BUCHER LEICHTBAU AG BUCHER LEICHTBAU AG | HBM

Bucher Leichtbau emplea tecnología de pruebas y medición de HBM para comprobar si sus galeras son aptas para la navegación aérea

La comida que se sirve a bordo de los aviones tiene que ser ligera y fácil de digerir. Las cocinas de los aviones, que se llaman galeras, también tienen que ser ligeras; pero además deben ser capaces de resistir grandes cargas físicas. La empresa suiza Bucher Leichtbau AG es un fabricante líder de galeras y compartimentos para aviones de pasajeros. Lógicamente, somete sus módulos a las pruebas más exigentes para garantizar que sean idóneos para la navegación aérea. ¿Y que nos encontramos en su banco de pruebas?: la completa cadena de medición de HBM.

Las tecnologías y sistemas del sector aeronáutico tienen que cumplir normas sumamente estrictas. Para demostrar la idoneidad para la navegación aérea de los elementos de la cabina de las aeronaves es preciso someterlos a pruebas estáticas. Y las galeras utilizadas a bordo de los aviones no son una excepción.

Las condiciones durante el vuelo son especialmente duras para las galeras. Para garantizar la máxima eficiencia de estos elementos, sus módulos deben ser muy ligeros y al mismo tiempo deben ser capaces de soportar cargas extremas.

Un diseño ligero concebido para resistir la fuerza de la gravedad

Bucher Leichtbau AG

Bucher Leichtbau, un fabricante con plantas en Suiza y Estados Unidos, es un experto en crear diseños ligeros capaces de contrarrestar la fuerza de la gravedad en la mayor medida de lo posible.

Bucher Leichtbau desarrolla y produce soluciones ligeras e innovadoras para los sectores de aviación civil, rescate aéreo e industria del automóvil. Su gama de productos comprende distintos ámbitos de aplicación, como catering, elementos de cabina, sistemas médicos de emergencia y automóviles/VIP. Las galeras y compartimentos de Bucher Leichtbau figuran entre los más utilizados de la aviación civil.

Estos módulos combinados pueden soportar una carga neta igual a ocho veces su peso en vacío y resisten aceleraciones de hasta 9g.

Su robusto diseño modular permite mantener unos costes de mantenimiento muy reducidos en el transcurso de los años. La vida útil mínima exigida para estos productos es de 25 años. No obstante, las galeras y compartimentos tienen que demostrar que son aptos para volar antes de su primer despegue.

Para ello se distingue entre cargas de vuelo (condiciones de carga habituales en los vuelos como las que se producen durante el despegue, el aterrizaje, las turbulencias, etc.) y cargas de aterrizaje de emergencia (aterrizaje de emergencia controlado o despegues abortados). Cada una de estas cargas se simula primero en instalaciones de pruebas en tierra. En ellas, las galeras y compartimentos se someten a cualquier posible fuerza y aceleración (incluido el margen de seguridad), y se comprueba su comportamiento. Las autoridades, los fabricantes de aeronaves y los clientes finales (las aerolíneas) únicamente autorizan la instalación de los módulos combinados en los aviones si superan correctamente estas pruebas.

Un complejo banco de pruebas simula las fuerzas que se producen durante el vuelo

En un banco de pruebas se simulan las fuerzas que se producen durante el vuelo. El diseño depende del tipo de aeronave y de sus requisitos. En el banco de pruebas se aplica una fuerza de tracción al objeto en cuestión a través de un cilindro hidráulico central de 500 kN. La fuerza se distribuye entre los distintos componentes del objeto mediante un complejo sistema de cables, cadenas y balancines de carga.

En el pasado, la fuerza (tracción) aplicada en el banco de pruebas se determinaba realizando una conversión de la presión medida en el cilindro hidráulico. Y este era el único indicador de la carga sobre el módulo combinado. Para computar otros valores de carga sobre cada uno de los componentes se tomaba como referencia la distribución de las fuerzas resultante de la extensión de los balancines.

Mediciones en lugar de cálculos

El transductor de fuerza de alta precisión U10M garantiza la seguridad

Bucher Leichtbau lleva años confiando en la tecnología de medición de HBM porque ofrece una precisión y una eficiencia imbatibles. La fuerza que se aplica al sistema global a través del cilindro hidráulico central se mide directamente con un transductor de fuerza de precisión de la gama U10M conectado en serie.

Además, se utilizan transductores de fuerza más pequeños de la gama U9B adicionales para medir las fuerzas reales que actúan directamente sobre el componente en las zonas sometidas a cargas concretas o de especial interés, como por ejemplo las puertas, cerraduras, tornillos, consolas, conexiones, etc.

La deformación de la galera se mide con ayuda de transductores de desplazamiento inductivos instalados en las zonas críticas. Todos los datos de medición se transmiten de forma síncrona a un data acquisition system (Spider8 o QuantumX), y el software atman®Easy se encarga de procesarlos, visualizarlos, analizarlos y almacenarlos.

El resultado es una adquisición de datos de medición muy fiable y precisa, con posibilidad incluso de trasladar cómodamente los análisis al informe correspondiente. El fabricante o el usuario final (la aerolínea) aprueba y confirma las pruebas documentadas antes de instalar los elementos en la aeronave.

La sofisticación del concepto y el uso de transductores de precisión garantizan que los objetos probados soporten las fuerzas y aceleraciones que se producen durante el vuelo.

Recomendación del cliente

"El transductor de fuerza U10M de alta precisión nos permite determinar las cargas que actúan sobre nuestras galeras de una forma considerablemente mejor y más eficiente. De este modo podemos ofrecer a nuestros clientes información muy fiable sobre la aptitud de las galeras de Bucher Leichtbau AG para la navegación áerea"

Thomas Blum, Vicedirector de Certificaciones, Bucher Leichtbau AG