La experiencia demuestra que las células de carga con menor capacidad se sobrecargan con más frecuencia que las que tienen capacidades máximas elevadas. Por ejemplo, una célula de carga con una capacidad máxima de 20 kg se puede ver seriamente afectada por la caída de una llave inglesa.
El diseñador puede desarrollar y aplicar una protección específica frente a la sobrecarga para una serie de células de carga con la misma geometría. La figura 1 ilustra un diseño de protección frente a la sobrecarga para la célula tipo Z6 de HBM. En estos casos, la posible deformación o desplazamiento de la célula de carga se limita mediante un tope mecánico.
Los datos de desplazamiento nominal de la ficha técnica describen el valor de deformación de la célula de carga a la carga nominal. En función del tipo de célula de carga y de su capacidad máxima, la posible desviación se limita al 120-150% del desplazamiento nominalmediante un tope mecánico, con el fin de evitar una sobrecarga de la célula.
Este tope se ajusta con galgas separadoras. Dado que las estas deformaciones son muy bajas (en la práctica de apenas unas décimas de milímetro), es conveniente emplear tornillos de rosca fina que se puedan tensionar. También se recomienda proteger de la contaminación el espacio entre la célula de carga y el tope. La contaminación puede provocar errores de medición; por ejemplo, por limitación no deseada de la desviación.
Cuando la estructura de apoyo de la célula de carga es blanda se puede producir un desplazamiento distinto del especificado en la ficha técnica. Con frecuencia la protección frente a la sobrecarga actúa demasiado pronto porque la placa de montaje se dobla. En estos casos, hay que incrementar el espacio entre la célula de carga y el tope. Para el usuario, lo más práctico es cargar el dispositivo de pesaje a la capacidad máxima y después ajustar la holgura restante con respecto al tope mecánico entre 0,05 y 0,1 mm.