Una cadena de medición se compone, como mínimo, de un amplificador de carga y un sensor. El sensor puede consistir en un transductor calibrado, un anillo de medida de fuerzas (CFW, CLP) o un extensómetro piezoeléctrico (CST). Los sensores piezoeléctricos se pueden conectar en paralelo de manera relativamente sencilla por medio de una caja de suma. Los cables también deben cumplir requisitos específicos; en concreto, muy alta resistencia de aislamiento, ausencia de ruido —incluso en movimiento— y resistencia mecánica. Los cables coaxiales especiales cumplen estas condiciones. Es muy importante montar el sensor sobre una pieza metálica. De este modo, existe una conexión eléctrica entre la carcasa del sensor y el objeto en el que se monta el sensor de fuerza.
La Fig. 1 muestra una cadena de medición compuesta por cuatro sensores conectados a un amplificador de carga por medio de una caja de suma. Los sensores se conectan mecánicamente. En la tecnología de medición, las piezas de introducción de fuerza están construidas en acero endurecido, con lo que es posible mantener todos los sensores con el mismo potencial eléctrico.