Un transductor de fuerza de alta precisión como el S2M influye de forma positiva tanto en el campo de aplicación —que se amplía— como en la eficiencia de los procesos de producción, tal y como se muestra en la Fig. 1.
La fuerza que debe medirse en los controles de calidad aparece en el eje X. El número de componentes producidos se indica en el eje Y.
La dispersión de los componentes producidos tiene una distribución gaussiana. Las líneas verdes, que señalan las tolerancias admisibles, se introducen en los diagramas, y la incertidumbre de las medidas de la cadena de medición de fuerza se representa en rojo.
Para poder evaluar el proceso, es preciso calcular la precisión de medición del transductor. Pensemos ahora en las comprobaciones en las que se decide si un componente es aceptable o no aceptable. Los componentes únicamente se pueden dar por buenos cuando quedan dentro del intervalo de consigna menos la tolerancia de medición (ilustrada en los diagramas por las líneas azules).
Resulta obvio que el número de componentes aceptables aumenta cuanto mayor es la precisión de medición. En definitiva: el número de componentes que se rechazan depende, entre otras cosas, de la precisión de la cadena de medición.