En la actualidad, las empresas que quieran seguir siendo competitivas deben acortar sus ciclos de desarrollo y reducir sus costes. Pero, al mismo tiempo, las materias primas, la energía y la mano de obra resultan cada vez más caras. La cuadratura del círculo pasa por mejorar la eficiencia de los procesos sin afectar a la calidad del producto. La automatización es la respuesta a muchos de estos desafíos. Los equipos de medición de hoy deben estar preparados para las exigencias de la tecnología de automatización del mañana. Desde los sensores hasta el software.
Las secuencias de trabajo automatizadas son sinónimo de eficiencia y reducción de costes en todas las áreas, tanto en los entornos de pruebas como en los de producción, servicio y mantenimiento. La automatización de las instalaciones de pruebas y producción, por ejemplo, permite ahorrar dinero de forma continua a través de un menor consumo de energía, un uso más racional de los recursos o la mejora de los procesos de producción y, por tanto, de la calidad del producto.
Los sistemas con equipamiento inteligente también ayudan a evitar carísimas paradas en la producción. La tecnología de automatización no solo facilita y acelera el mantenimiento de los sistemas sino que, además, identifica riesgos potenciales para la producción mucho antes de que se conviertan en problemas reales.
Se espera mucho de la tecnología de medición
Los equipos de medición forman parte de la tecnología de automatización y deben cumplir requisitos muy exigentes —por ejemplo, en términos de interfaces, velocidad de transmisión de datos o posibilidades de integración— para mantenerse a la vanguardia en este terreno. Adoptar la tecnología más avanzada se hace imprescindible.