MCPI: básculas de llenado para productos en polvo MCPI: básculas de llenado para productos en polvo | HBM

PW25: más higiene en básculas de llenado para productos en polvo

Máxima precisión aplicada a dosificaciones mínimas

MCPI siempre ha utilizado las células de carga de HBM en sus básculas de llenado de alta precisión para productos en polvo, porque son la mejor elección en cuanto a características de velocidad y precisión. Ahora, gracias a la célula de carga  PW25 de fácil limpieza, esta empresa francesa puede diseñar también sistemas higiénicos.

Además de sistemas de llenado para dosificación por pulverización, MCPI ofrece también sistemas de microdosificación, con precisión especial. La célula de carga es un elemento importante en estos sistemas. Dentro de la estrategia de MCPI en este campo, HBM presta un apoyo inestimable, según afirma Pierre Mosca: "HBM nos suministra la mayoría de nuestras células de carga analógicas, y ha sido así prácticamente desde que empezamos a fabricar básculas de llenado. Además de la calidad de sus productos, valoramos su orientación al cliente tanto en los aspectos técnicos como en los de negocio".

Pesaje dinámico y trazable

MCPI ha seguido de cerca la tendencia del mercado en los últimos años, hacia requisitos de precisión cada vez más exigentes. Actualmente, las básculas de llenado de MCPI cubren un intervalo de dosificación de entre 20 mg y 20 kg, con una resolución de hasta 0,1 mg. Las células de carga de HBM cumplen a plena satisfacción los requisitos de precisión de MCPI. La empresa también valora la facilidad de mantenimiento de las células de carga de HBM; su rendimiento se mantiene constante durante toda su vida útil. Por eso, MCPI aconseja no conformarse con menos al adquirir material: "Confíe en la calidad: no lo lamentará".

Fácil de limpiar y de manipular

Con frecuencia, los sistemas de llenado están pensados para trabajar con diferentes productos y con procesos con exigencias higiénicas estrictas. Eso implica que el dispositivo de llenado debe limpiarse a fondo con regularidad.

En este aspecto, la célula de carga PW25 "de fácil limpieza" de HBM ofrece una gran ventaja para MCPI. "A diferencia de los líquidos y sólidos, las sustancias en polvo se depositan fácilmente en cualquier sitio y se quedan ahí. Eso complica la protección de los sistemas y su limpieza. El diseño del sistema de llenado fue mucho más sencillo gracias a que la PW25 no necesita ninguna medida de protección", explica Pierre Mosca.

Ahora es más sencillo el trabajo del empleado encargado de la limpieza tras cada cambio de producto. La carcasa lisa de acero inoxidable de la PW25 permite limpiar empleando disolventes, agua e incluso agua a presión (clase de protección IP68/IP69K).

La célula de carga PW25 ofrece además una ventaja adicional: soporta sobrecargas de hasta diez veces su capacidad máxima. "El proceso de dosificación en sí, en el que el producto se añade gradualmente, no supone ningún riesgo de destrucción de la célula de carga. Sin embargo, la tolerancia a la sobrecarga representa una ventaja importante en el montaje y desmontaje y, por supuesto, en la limpieza", explica Pierre Mosca.

Precisión en el futuro

Con todo, la célula de carga, con su capacidad máxima de 10 o 20 kg y su clase de precisión C3MR (3000 intervalos de verificación), no se puede utilizar en todas las aplicaciones de microdosificación. La empresa MCPI tiene grandes intereses en este sector y Pierre Mosca afirma que confía en HBM:

"En lo que ha sido nuestra experiencia durante los diez años que ya dura nuestra relación, HBM ha hecho un gran esfuerzo por lograr avances dirigidos a aportar una precisión cada vez mayor a nuestro sector. Estamos seguros de que HBM desarrollará una serie de células de carga de fácil limpieza que responderá a nuestra demanda de menores capacidades máximas con mayor precisión".

Ventajas de HBM

  • El diseño del sistema de llenado resulta más sencillo, porque las células de carga HBM no requieren medidas protectoras.
  • Limpieza más fácil de los sistemas de llenado.
  • Alta tolerancia a la sobrecarga para un funcionamiento seguro de los sistemas de llenado.