Uno de los principales objetivos —a escala política y económica— consiste en desarrollar normas para la siguiente generación de vehículos de alta eficiencia; en concreto, normas dirigidas a los vehículos medios y pesados. Estos desarrollos contribuirán a la seguridad energética y a la reducción de la contaminación, ahorrando dinero y propiciando innovaciones en la industria de producción. Todo ello plantea un desafío a los fabricantes y a los ingenieros a cargo de las cadenas cinemáticas: mejorar las prestaciones de los motores actuales y futuros, dotándolos de una eficiencia de consumo en línea con la normativa. Por supuesto, también tendrán que diferenciarse de sus competidores y estar a la altura de las expectativas de los clientes.
En la actualidad, uno de los factores esenciales para el éxito radica en la capacidad para responder con rapidez a las necesidades del mercado con nuevos productos que, no obstante, deben tener una fiabilidad contrastada. Para ello, los fabricantes deben acortar sus tiempos de desarrollo y emplear métodos de pruebas eficientes y flexibles. Eso, a su vez, requiere una separación organizativa y temporal de la preparación y la realización de las labores de prueba. En este terreno es posible mejorar la eficiencia en un factor de 10. En industrias como la automovilística y la de aviación, la eficiencia energética es un aspecto de importancia capital. En estos sectores, cada vez se presta más atención al desarrollo de motores, a la mejora de la resistencia de rodadura y a la eficiencia de conversión energética.
En primer lugar, debe ser posible configurar con rapidez estructuras de pruebas. Esto se puede conseguir empleando sensores inteligentes y sistemas amplificadores de medición capaces de comunicarse entre sí y de intercambiar datos de configuración; por ejemplo, mediante detección de los datos de los sensores a través de TEDS. Y, naturalmente, se requieren lecturas de alta calidad y precisión. Las bridas medidoras de par de las series T10, T12 y T40 cumplen ambas condiciones: alta precisión combinada con elevada dinámica y velocidad de giro.
Por otro lado, el amplificador de medición y el sistema de control deben ser capaces de procesar en tiempo real los datos de medición: solo así se puede regular el banco de pruebas. Igualmente, es esencial que la instalación proporcione datos de medición de alta resolución, que se puedan guardar y analizar. Y, para que todo ello redunde en mejoras reales de eficiencia, todas estas funciones deben combinarse en un solo aparato.
El amplificador de medición PMX® se ha desarrollado con estas premisas. Se puede utilizar en instalaciones de pruebas y ensayos, pero también como sistema de medida y automatización en entornos de producción. Esta libertad es posible gracias a la posibilidad de integrar de forma flexible canales de medición y de salida. Dependiendo del nivel de automatización, se pueden utilizar interfaces analógicos o de bus de campo Ethernet en tiempo real.
En concreto, esta flexibilidad de los componentes físicos y la posibilidad de registrar datos con frecuencias de muestreo y resoluciones altísimas ofrece a los usuarios mejoras de eficiencia con un factor de 30.