Los túneles son infraestructuras esenciales. Los encontramos en las grandes ciudades, en las montañas e incluso bajo el agua. Mejoran las comunicaciones y acortan las distancias. Pero... ¿cómo podemos saber que son seguros?
Hoy en día, los sistemas de auscultación modernos permiten controlar el estado de los túneles de manera fiable gracias a la tecnología de red de Bragg en fibra.
Las deformaciones mecánicas pueden ser un peligro importante para la seguridad del propio túnel o del entorno cercano, especialmente durante las obras de construcción. Es esencial comprobar al momento su estabilidad y fiabilidad.
A la hora de elegir la tecnología de sensores que se va a utilizar para monitorizar un túnel, es preciso tener en cuenta varios desafíos:
- Los sensores deben ser capaces de proporcionar una señal fiable durante todo el tiempo previsto, tanto a corto como a largo plazo.
- En los túneles normalmente se utilizan cables muy largos. Por lo tanto, debe estar garantizada la calidad de la señal de medida a larga distancia.
- El sistema de monitorización deber poderse instalar sin afectar al tráfico del túnel.
- Y, naturalmente, está la cuestión fundamental: qué magnitudes interesa medir y cuáles son los modelos de referencia adecuados, por ejemplo, para activar una alarma en caso de que surja un problema.
Los sensores ópticos con tecnología de red de Bragg en fibra dan respuesta a todo lo anterior y se han convertido en una alternativa muy interesante a los sistemas de auscultación convencionales.