Los sistemas ciberfísicos son el esqueleto del IIoT Los sistemas ciberfísicos son el esqueleto del IIoT | HBM

Los intermediarios entre el mundo real y el virtual: sistemas ciberfísicos, el esqueleto del IIoT

Los sistemas ciberfísicos (CPS) son el esqueleto del IIoT, el eslabón tecnológico indispensable para fusionar el mundo real con el virtual.

Los CPS se utilizan cada vez que se necesita poner un sistema físico complejo en comunicación con el mundo digital, con el fin de optimizar su rendimiento y mejorar su eficiencia. Desempeñan un papel cada vez más importante en los procesos industriales y en el control de la producción (fábricas inteligentes), sobre todo en el contexto del IIoT. Actualmente, ya se utilizan CPS en el suministro de energía, el control del tráfico, la asistencia a la conducción y muchas otras áreas.

Un sistema ciberfísico está compuesto por objetos, electrónica y software. Los objetos se conectan entre sí directamente o a través de internet, formando un único sistema en red. Esos objetos consisten en dos tipos de elementos: sensores, que se encargan de adquirir y procesar datos, y actuadores o componentes encargados de mover o controlar mecanismos o sistemas. Ambos conectan el CPS con el mundo exterior. Los datos se ponen a disposición de distintos servicios conectados en red, que los utilizan para enviar órdenes a los actuadores, los cuales ejecutan acciones en el mundo físico. Esa es, en pocas palabras, la fusión entre el mundo físico y el ciberespacio que ha hecho posible el internet de las cosas.

En la producción industrial, los sistemas ciberfísicos se utilizan para construir arquitecturas basadas en internet que facilitan el control remoto de sistemas de producción autónomos. Los CPS también son herramientas de utilidad en muchos otros campos de aplicación: cuando se integren en redes eléctricas inteligentes, podrán controlar la generación y distribución de electricidad del futuro, o hacer más seguro el tráfico de vehículos, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono.

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