¿Qué son los ensayos térmicos?
Los ensayos térmicos son una disciplina ampliamente asentada. Este tipo de ensayos se compone de varias fases. Se emplean para caracterizar la tensión ambiental, para hacer verificaciones de rendimiento, para probar el comportamiento de arranque, para hacer verificaciones térmicas de componentes y para muchas otras pruebas de células, pilas y motores.
Los ensayos térmicos de las motorizaciones eléctricas actuales se centran en los siguientes aspectos:
- Pruebas de la fiabilidad a largo plazo de las baterías, ciclos rápidos y lentos de carga y descarga, autodescarga, etc.
- Medidas dinamométricos de potencia, eficiencia o realimentación de carga inversa.
- Ensayos ambientales en cámaras climáticas (vibración combinada con condiciones de temperatura, humedad, presión, etc.), con perfiles de ensayo orientados a situaciones de uso específicas.
- Ensayos de impactos y malas condiciones de uso (sobrecargas, cortocircuitos, sobrecalentamiento, tensión mecánica, defectos, etc.).
- Mediciones en vehículos, ensayos en condiciones de calor (verano) o frío (invierno) con transitorios.
Los ensayos térmicos aportan un mayor grado de confianza en el diseño, garantizan un funcionamiento correcto y una buena gestión térmica en todo tipo de condiciones. En definitiva, permiten comprobar la solidez y la durabilidad térmica. Sirven para verificar que el rendimiento se encuentra dentro de las especificaciones, miden parámetros críticos y también contribuyen a confirmar los supuestos que se emplean en las modelizaciones térmicas.
Pero, aunque los ensayos térmicos tienen una metodología bien establecida, se enfrentan a nuevos desafíos y requisitos. Igualmente, deben acomodar novedades en los flujos de trabajo que afectan a la seguridad eléctrica, a la flexibilidad de configuración de las pruebas, a nuevos tipos de sensores y señales o a requisitos dinámicos más exigentes.