El deporte de la escalada indoor es tendencia en todo el mundo, y por muy buenas razones. Como la mayoría de los deportes, combina fuerza y resistencia, tanto a nivel físico como emocional. Sin embargo, los principiantes deben hacer un esfuerzo extenuante hasta dominar correctamente los agarres y las técnicas. Para aprender a colgarse de los agarres de las paredes de escalada y desplazar el peso del cuerpo de forma correcta se requieren muchísimos intentos y la ayuda de un monitor con experiencia.
Ahora bien, ¿qué ocurriría si la propia pared diera al escalador información individualizada sobre su proceso de aprendizaje? Esa “pared de escalada inteligente” es precisamente el invento del equipo de investigación MACLoC de la Alta Scuola Politecnica de Turín y Milán. Con la ayuda de HBM y RGTech, este equipo ha desarrollado una pared de escalada equipada con transductores de fuerza multicomponentes, capaces de identificar las fuerzas de contacto de los escaladores y de calcular su centro de masa en tiempo real. En el proyecto se utilizaron sensores multicomponentes basados en tecnología de galgas extensométricas y se conectaron a un módulo MX840B del sistema de adquisición de datos QuantumX de HBM.
El papel del transductor de fuerza
Cada agarre individual lleva integrado un sensor de fuerza capaz de medir las fuerzas en las tres componentes espaciales y normalizarlas con respecto al peso del escalador. Esa tecnología puede ser el puente tecnológico entre la técnica y la fuerza física. En especial, cuando se conocen las cuatro fuerzas en juego es posible representar la posición del centro de masa del cuerpo a lo largo de una vía de escalada. Esta información es importante para controlar que la distribución de la carga sea la correcta. Se puede utilizar una vía de escalada con 10-12-14 agarres “inteligentes” de este tipo para analizar la eficiencia y corrección de los movimientos del escalador.
Básicamente, hay dos formas de llevar a cabo este análisis: comparando los datos de un escalador aficionado con los de otro profesional, para destacar la diferencias técnicas más llamativas, o bien haciendo un seguimiento de las mejoras de un escalador individual, para poner de manifiesto qué acciones o qué coordinación del cuerpo están detrás de cada mejora. De hecho, cuando varios escaladores se enfrentan a una misma vía, su comportamiento suele ser distinto.