La movilidad eléctrica abre una nueva era para los ensayos de resistencia estructural. Se necesitan nuevos materiales y conceptos estructurales innovadores para dar respuesta a la demanda de más autonomía y mayor eficiencia energética y de costes.
Las características de las aleaciones, los composites y otros materiales de hoy día se combinarán en materiales híbridos que podrían ofrecer prestaciones que, con la tecnología actual, nos parecen contradictorias; por ejemplo, que un mismo material ofrezca baja viscosidad y la estructura de una matriz metálica de alta resistencia. Los materiales mórficos ayudarán a crear estructuras con capacidad de adaptación a escala microscópica y macroscópica. Conseguiremos nuevos niveles de rigidez, aerodinámica, etc., inspirándonos en la creatividad ilimitada de la naturaleza.
La fabricación aditiva está cambiando la mentalidad de toda una generación de ingenieros: ya no piensan que “la función sigue a la forma”, sino que ahora “la forma sigue a la función”. La idea es conseguir unas prestaciones iguales o superiores utilizando solo una fracción del aporte de materiales necesario hasta ahora. La composición de estos materiales y estructuras, aparte de compleja, es altamente anisótropa. Para garantizar su resistencia y durabilidad se requieren simulaciones y ensayos exhaustivos. Lo mismo puede decirse de los nuevos métodos de producción.
Para que sus ingenieros puedan abordar estos desafíos es muy importante elegir al socio más idóneo. El primer paso es adquirir datos de carga reales para sus ensayos. Después, cuando se construye el primer prototipo, se necesitan galgas extensométricas y equipos y software de adquisición de datos, que permiten obtener datos de la máxima fiabilidad. Esa es la razón de ser de HBM.