Fuerzas elevadas, requisitos estrictos de solidez de los equipos de medida o necesidades de baja altura de construcción y precios asequibles... Hay muchas razones para utilizar anillos de medida de fuerza. Sirven para llevar un control de la fuerza que se aplica en un número prácticamente ilimitado de aplicaciones industriales, como plegado, ensamblaje, prensado o remachado. Y también para monitorizar a largo plazo las conexiones roscadas de aerogeneradores o raíles ferroviarios.
Lógicamente, los anillos de medida de fuerza deben cumplir unos requisitos tan variados como las tareas de medida en las que se emplean:
- Bajo umbral de discriminación, para garantizar una sensibilidad excelente que permita medir incluso las fuerzas más débiles.
- Construcción robusta pero con dimensiones compactas.
- Tamaños compatibles con los diámetros de tornillos, pernos y pasadores más populares.
- Medición sin deriva, cuando se utilizan en tareas de monitorización, por ejemplo, de tornillos y pernos.
- Error de repetibilidad muy bajo después de la instalación y la calibración.
Incluso para la tecnología más avanzada, es imposible atender todos los requisitos con un único principio de medida. Por ello, se han popularizado anillos de medida de fuerza tanto piezoeléctricos como basados en galgas extensométricas.