En tal solo cuatro semanas, el equipo de HBM instaló un total de 69 galgas extensométricas lineales en dos secciones de medida, además de una roseta de galgas extensométricas y cuatro sondas Pt100 en otros tantos puntos de medida, con la finalidad de corregir errores inducidos por la temperatura en las deformaciones registradas. GRASSL especificó los puntos de medida de forma que pudiera registrarse y evaluarse cualquier cambio significativo en las variables medidas causado por las condiciones normales de funcionamiento. A partir de ahí, los datos pueden utilizarse para identificar otros daños o cambios estructurales en el sistema portante.
El último paso consistió en conectar los sensores a un armario de control por cada sección, utilizando 1000 metros de cable de medición. Para garantizar la precisión y la fiabilidad de la adquisición de datos, se utilizan dos amplificadores de puentes de galgas extensométricas Quantum X MX1615B y tres robustos amplificadores de medida SomatXR MX1615B-R. Todos los datos medidos se registran permanentemente con el software de adquisición de datos catman AP de HBM y se almacenan en un ordenador central. Además, se lleva a cabo un procesamiento estadístico in situ de los datos en bruto.
Los datos agregados más importantes como, por ejemplo, los datos Rainflow, se transfieren automáticamente a la consultoría a través de una conexión de datos móvil LTE, para analizarlos. Esta conexión también permite acceder de forma remota en cualquier momento para verificar el estado del sistema de medida y para analizar en directo los datos medidos.
A pesar de lo ajustado de los plazos, las medidas de prueba con cargas y posiciones definidas en los viaductos de Mönkedammfleet y Graskeller pudieron llevarse a cabo según la planificación. A partir de ahí, se iniciaron las mediciones de larga duración, para medir las cargas reales en los puntos relevantes.
Cuando se complete la monitorización de estas estructuras —será a principios de 2021—, los expertos de la consultoría de ingeniería GRASSL elaborarán sus previsiones, basándose en las deformaciones medidas en el acero en las condiciones de carga del tráfico real. Los resultados de GRASSL permitirán reparar estos dos enclaves protegidos para que duren muchos años más.