Aplicaciones típicas
La necesidad de una célula de carga con una clase de precisión u otra depende de la aplicación. El diagrama de más abajo ofrece una visión global de las aplicaciones más comunes. Las clases de precisión aparecen ordenadas de menor a mayor.
Las células de carga con precisión más baja, pertenecientes a las clases D1 a C2, son más que suficientes para las básculas sencillas de materiales de construcción que se emplean para pesar arena, cemento o agua.
Ahora bien, otra cosa muy distinta es añadir la proporción correcta de aditivos a los materiales de construcción. Para ello existen básculas para materiales de construcción especiales con células de precisión C3, que sirven para mezclar aditivos tales como cenizas o arena.
Las células de precisión C3 también se utilizan con frecuencia en la construcción de maquinaria. En este tipo de aplicaciones, las básculas son un elemento del proceso de garantía la calidad y se utilizan, por ejemplo, para verificar rodamientos de bolas.
Sin embargo, en el caso de las básculas de mostrador o las básculas de las máquinas de llenado se necesita más precisión. En estas aplicaciones se pesan gramos e incluso microgramos. Las células de carga adecuadas para estas aplicaciones deben tener clases de precisión de C3 a C6.
En la actualidad, las células de carga integradas en básculas de mostrador especiales o también en básculas de control ofrecen la más alta precisión: la clase C6. Estas básculas de control eminentemente dinámicas permiten controlar procesos de producción con gran exactitud, en función de criterios de peso. El envasado de alimentos es una de sus aplicaciones más habituales.